Juan Carlos ha preparado la entrada de hoy en la que nos habla de la visita que hicimos a las Bodegas de Luis Cañas.
El pasado puente de noviembre tuvimos la oportunidad de conocer esta pequeña y familiar bodega de la D.O.C. Rioja. Está situada en Villabuena de Álava, a los pies de la Sierra de Cantabria, enclave donde el microclima y el terreno reúnen las condiciones perfectas para el cultivo del viñedo. El resultado del cuidado de sus viñas y un minucioso proceso de selección darán fruto a unos vinos de excelente calidad.
Comenzamos la visita a la bodega, copa en mano de un vino blanco fermentado en barrica 4 meses, con una breve introducción de la historia de la bodega. Tras un relevo generacional de padres a hijos, la bodega ha ido evolucionando desde los métodos más tradicionales de elaboración (maceración carbónica), a técnicas más innovadoras de la mano de Juan Luis Cañas e incorporando también la crianza a los vinos. Siempre todo ello con un profundo respeto por el medio natural y la filosofía de trabajo familiar.
Pasamos a continuación a contemplar parte de sus viejos viñedos, con la preciosa estampa otoñal, sin duda la mejor época para disfrutar de un viaje por esta zona. En sus campos las variedades tintas tempranillo y graciano se entremezclan con la variedad de uva blanca viura.
Destacar que la fase de vendimia se realiza totalmente de forma manual debido a las características de antigüedad de la vid y para evitar dañarla lo menos posible. Posteriormente tanto los racimos primero como los granos después, son sometidos a una rigurosa selección manual antes de continuar el siguiente paso del proceso de elaboración.
Aproximadamente cada 6 años como muy tarde se van renovando las barricas ya que con el paso del tiempo su limpieza se va haciendo más complicada (los poros de la madera se van obstruyendo). De esta forma, se quiere evitar que posibles impurezas puedan interferir negativamente en las propiedades del vino.
Llegando a la parte final pasamos a la sala de “nichos” donde se almacenan diferentes añadas de la bodega así como otros vinos de clientes particulares.
Tras un picoteo a base de jamón, chorizo y queso, degustamos un tinto de la otra bodega que posee la familia Cañas, Bodegas Amaren. Ángeles de Amaren (variedades tempranillo 85% y graciano 15%) es un vino con mucha personalidad, con toques de frutos rojos y especiados. Aunque si tengo que elegir, me quedaría sin duda con un “Luis Cañas Selección de la Familia”, el cual analizaré con más detalle otro día.
El broche final a esta visita lo puso el encuentro con el fundador de la bodega, el Sr. Luis Cañas, quien todos los días hace aparición para tomarse un aperitivo (está estupendo a sus ochenta y pico años). Tuvimos el privilegio de compartir con él una entrañable conversación y aprender de su experiencia y sus sabios consejos acerca del mundo del vino.
a mi el vino no me gusta, pero vamos, el chorizo, jamón y queso con cervecicaaa....besicos
ResponderEliminarYo tampoco soy de vino pero ver las bodegas y su fabricacion me gusta. Besos
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